domingo, 30 de agosto de 2015



Aunque el presupuesto militar es extraordinariamente millonario, el Departamento de Defensa estadounidense piensa en reducir algunos costos. Para eso, desarrollará naves no tripuladas económicas.


Los costos de producción de los aviones de combate son cada vez mayores. Tanto es así que cada F-35B tiene un valor de 134 millones de dólares. Pero esos números parecen ya no ser aceptados por la Casa Blanca, por lo que avanza un proyecto para crear los denominados drones 'gremlins', que podrían reutilizarse unas 20 veces.

Por eso, esta nueva tecnología representará un nivel intermedio entre los misiles que solo pueden usarse en una ocasión y los aviones de combate que permanecen en servicio durante décadas.

El Pentágono afirma que va a poner juntos a los mejores cerebros en el diseño aeroespacial para crear una flota de pequeñas aeronaves robóticas. No obstante, no se trataría de drones no tripulados tradicionales, sino que la idea consiste en lanzarlos en gran cantidad desde un avión más grande, precisa 'The Washington Times'. En concreto, el Ejército quiere convertir a los grandes aviones de carga C-130 en improvisados portaaviones. Además, estos drones pequeños, definidos como 'gremlins', no solo serán capaces de ser lanzados en pleno vuelo, sino también de volver a la aeronave base tras finalizar su misión.

Según publicó el sitio Popsci, el director de programa de la Agencia de Proyectos Avanzados de Investigación de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés), Dan Patt, explicó que, por un lado, la intención es no deshacerse de todo el "fuselaje, el motor, la tecnología y la carga" como ocurre con los misiles actuales. Por otro, agregó que tampoco pretenden conservar los costos "de mantenimiento y de operatividad de las aeronaves reutilizables" durante muchos años.

Para avanzar con el proyecto, en una reunión prevista para el 24 de septiembre próximo, DARPA delineará los objetivos. Su intención es desarrollar los 'gremlins' en tres etapas, que concluirán con una demostración de vuelo.

Una vez que estos drones baratos sean una realidad, DARPA podrá concretar el sueño que plasmó en un video difundido a comienzos de año, en el que un avión de transporte C-130 lleva una maraña de aviones no tripulados de rastreo y desde allí se los controla en su acercamiento a las defensas enemigas. Cumplido este objetivo, se lanza el ataque con misiles e incluso con los mismos drones.

De esta manera, con aviones ligeros y baratos, Estados Unidos intentará avanzar en su proyecto de hacerse con el control de los cielos.

¿EE.UU. ha perdido el Ártico con Rusia?: La conquista del norte, una nueva Guerra Fría


En la lucha por el Ártico, EE.UU. se está quedando atrás en comparación con Rusia. A esta conclusión ha llegado ’The New York Times’ al señalar que a diferencia de Moscú, Washington no tiene puertos de aguas profundas en la zona, la flota de Alaska se está quedando obsoleta, y el país no es capaz de mantener una presencia significativa en la región


En un contexto de nuevas oportunidades que crea el calentamiento de los océanos, diferentes países están luchando por el Ártico, incluidas sus aguas territoriales, las rutas de tránsito y, sobre todo, sus recursos naturales, en una rivalidad que algunos ya han denominado una nueva Guerra Fría, publica ’The New York Times’.
Algunos legisladores del Congreso estadounidense, analistas e incluso funcionarios del gobierno advierten que EE.UU. se está quedando atrás, principalmente en comparación con Rusia, en la preparación para las realidades medioambientales, económicas y geopolíticas a las que se enfrenta la región. "Ya durante cierto tiempo hemos estado quejándonos sobre la falta de capacidad de nuestra nación de sostener cualquier tipo de presencia significativa en el Ártico", ha comentado el almirante Paul F. Zukunft, comandante de la Guardia Costera.
El periódico señala que la Guardia Costera no dispone de suficientes naves para controlar la navegación activa a través del estrecho de Bering y la pesca en la región. La flota de la Guardia está envejeciendo. Las telecomunicaciones por encima de las latitudes más altas son escasas y el extremo norte de Alaska no tiene instalaciones de puertos de aguas profundas para apoyar la actividad marítima aumentada. "Todas estas deficiencias requieren inversiones que el atasco político, las restricciones presupuestarias y la burocracia han contenido durante años", denuncia el medio.

Rusia, por el contrario, está construyendo diez nuevas estaciones de búsqueda y rescate, distribuidas en puertos a lo largo de la mitad de la línea de la costa del Ártico. Asimismo, el país ha aumentado su presencia militar en la región, reabriendo bases abandonadas después del fin de la Unión Soviética, señala el artículo. Este mes, Rusia ha vuelto a presentar su reclamo a la ONU para una vasta zona en el océano Ártico basada en la extensión geológica de su plataforma continental.
"EE.UU. realmente ni siquiera está en este juego", ha lamentado el almirante Zukunft. "Cuando Rusia envió el Sputnik al espacio exterior, ¿acaso nos quedamos sentados con gran fascinación y dijimos ’bien por la Madre Rusia’?", se ha preguntado el almirante.

"El Ártico es una de las últimas grandes fronteras de nuestro planeta", anunció Barack Obama en mayo de 2013. No obstante, la cuestión sobre qué tipo de frontera va a ser, —ya sea un dominio ecológico o un motor económico, una zona de cooperación o confrontación internacional— está en el centro de la actual competición geopolítica.

La creciente divergencia sobre la respuesta ha dividido profundamente a EE.UU. y sus aliados por un lado, y Rusia por otro. En este sentido es indicativo que un informe del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos, dedicado a las actividades rusas en el Ártico, ha recibido el nombre de "La nueva Cortina de Hielo".



http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article91089

La devaluación del yuan pone a prueba el ascenso de China como potencia mundial por Ariel Noyola Rodríguez




Tras la devaluación del yuan los mercados financieros internacionales se pusieron a temblar. Washington acusó a Pekín de sacar ventajas comerciales de manera desleal. Como China quiere incorporar el yuan a los Derechos Especiales de Giro, no es conveniente prolongar la devaluación. Asimismo, si se detona una guerra de divisas el Gobierno chino correría el riesgo de incrementar las tensiones económicas y geopolíticas entre los países de Asia-Pacífico. De esta manera, Estados Unidos vería incrementadas sus posibilidades para desarticular las iniciativas de cooperación regional y, con ello, socavar el ascenso de China como potencia mundial.



Las 3 devaluaciones del yuan, entre el 10 y el 12 de agosto, tienen implicaciones clave para la economía mundial y el equilibrio geopolítico de Asia-Pacífico [1]. El superávit comercial «relativamente grande» mantiene el tipo de cambio efectivo «relativamente fuerte» y por lo tanto, no es «enteramente consistente con las expectativas del mercado», detalla el Banco Popular de China en un comunicado. El pánico de los inversionistas en los mercados financieros dura pocos días. El tipo de cambio termina en 6.3306 yuanes por dólar, la devaluación no se prolonga más allá de 5%.

Toda vez que China se muestra interesada en incorporar el yuan a los Derechos Especiales de Giro (‘Special Drawing Rights’) [2], la canasta de divisas que lanzó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1969, es evidente que el valor de su moneda debe permanecer estable, por ser uno de los requisitos que las monedas de reserva mundial deben cumplir (el dólar no lo hace y por eso cayó de 70 a 60% como proporción de las reservas internacionales de los bancos centrales entre 1999 y 2014) [3].
La campaña mediática contra el yuan

Sin embargo, la mayor parte de la prensa occidental no tuvo empacho en sostener que la devaluación de «la moneda del pueblo» (‘renminbi’) busca apoyar la capacidad exportadora de la economía de manera tramposa. Donald Trump, el precandidato favorito a la presidencia por el Partido Republicano, se lanzó con todo en contra de la medida adoptada por el banco central: los chinos intentan «destruir» las industrias estadounidenses.

Esa campaña mediática en contra de China no es nueva. Durante años Washington ha acusado a Pekín de manipular el tipo de cambio. Sin embargo, la verdad es que el yuan no se ha depreciado de manera «artificial», sino más bien apreciado ante la divisa norteamericana. Desde 2005 (cuando se flexibilizó el régimen cambiario) hasta la actualidad, la moneda china se ha apreciado aproximadamente 30% ante el dólar, con lo cual, resulta totalmente exagerado argumentar que la devaluación del yuan en un total de 4.6% durante la segunda semana de agosto será la principal responsable del colapso de la economía de Estados Unidos.

Es cierto que las mercancías baratas elaboradas en China se venden a los ciudadanos estadounidenses como nunca antes. Empero, toda vez que el empleo bien remunerado en Estados Unidos brilla por su ausencia desde hace décadas, las familias y las empresas están mucho más preocupadas por resolver sus problemas de endeudamiento que en cuestionar el origen de los productos baratos que compran a diario en las tiendas de autoservicio.

Con todo, el Gobierno estadounidense insiste en desprestigiar las políticas del Banco Popular de China. No hay nada extraño en eso, los bancos centrales no se caracterizan por alcanzar acuerdos. La historia muestra que en momentos de crisis y turbulencia global, las instituciones encargadas de la política monetaria aplican medidas de manera unilateral para sacar adelante a sus economías.

La Reserva Federal de Estados Unidos es por mucho el caso más ilustrativo. Sin consulta previa con otros bancos centrales, sin estar sometida a la voluntad del Congreso, su anterior presidente, Ben S. Bernanke, anunció en diciembre de 2013 la disminución de los montos del programa de inyección de liquidez (‘Quantitative Easing’). La medida precipitó el derrumbe de los mercados de valores y los tipos de cambio de las economías emergentes.

Un año después la nueva presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, hizo pública su decisión de incrementar la tasa de interés de los fondos federales (‘federal funds rate’) a lo largo de 2015. Si bien Yellen aún no contrae el crédito (‘tightening’), las monedas del resto del mundo han acelerado su debacle durante los meses recientes.

Esa situación llevó a que el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón lanzaran programas de inyección de liquidez parecidos a los de la Reserva Federal con el objetivo de limitar el alza del dólar ante sus divisas. En cambio, el Banco Popular de China no desplegó ninguna acción extraordinaria y el yuan se mantuvo muy estable ¿Por qué?

En la práctica la moneda china se mantiene vinculada en buena medida a las cotizaciones del dólar. De esta manera, mientras que entre mediados de 2014 y principios de 2015 el dólar se apreció entre 15 y 20% respecto a las divisas más negociadas del mundo (euro, libra esterlina, yen, etcétera), únicamente se apreció 0.6% ante el yuan [4].
Malabares chinos con varias pelotas

Sin embargo, los obstáculos que el gigante asiático debe superar no son pocos [5]. Desde hace varios años el Gobierno chino implementa una serie de ‘reformas estructurales’ para que la economía transite de un patrón de acumulación sustentado en la inversión masiva a otro que privilegie la ampliación del mercado interno.

La meta a largo plazo del Partido Comunista de China consiste en incrementar el consumo de los habitantes (aumentando el poder de compra a través de los salarios) y disminuir la centralidad del ahorro. Ese giro se ha vuelto más urgente que nunca ante la contracción de las inversiones empresariales y el desplome de la demanda externa.

El mes pasado las exportaciones de China se contrajeron 8.3% en términos anuales, mientras que sus importaciones cayeron 8.1%. Esa involución guarda sincronía con la extrema debilidad del comercio mundial, cuyo ritmo de expansión se encuentra en su menor nivel de los últimos 20 años [6].

«A pesar de unas tasas todavía altas, el crecimiento del PIB chino también se ha ralentizado; la devaluación, aunque no se pueda definir como muy radical, podría revertir esa tendencia», sentenció Paulo Nogueira Batista, el vicepresidente del banco de desarrollo del BRICS (acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en una entrevista con la agencia Sputnik Mundo [7].

No obstante, cabe mencionar que las corporaciones chinas exportan casi 60% de sus mercancías a los países industrializados, según las estimaciones de Jonathan Anderson, miembro de Emerging Advisors Group [8]. Puesto que los países que integran el G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) se mantienen sumergidos en el estancamiento y muy cerca de la deflación (caída de precios), la dinamización de la economía china por la vía del comercio exterior será muy complicada.

Por otro lado, el sector de bienes raíces comienza a sentir los efectos de la sobreinversión. Las agencias promotoras de casas y departamentos ya no encuentran suficientes clientes en el mercado chino. La disminución de las ventas no permite incrementar las inversiones. En consecuencia, las empresas dedicadas a la elaboración de materiales para la construcción (acero, cemento, madera, vidrio, etcétera) también se han visto severamente dañadas, producto de sus estrechos vínculos con el sector inmobiliario [9].

Las acciones del banco central para gestionar la desaceleración de la economía son muy variadas, no se limitan a la devaluación de la moneda. Durante el último año el Banco Popular de China disminuyó la tasa de interés de referencia y los requerimientos de capital del sistema bancario para de esta manera, impulsar el otorgamiento de crédito a la actividad productiva. Asimismo, China lanzó un plan de estímulo fiscal cuyos costos se estiman en 12% del PIB.

El Gobierno de China se desenvuelve entre malabares con varias pelotas a la vez [10]. Los chinos intentan pasar de una economía centrada en la inversión masiva a otra impulsada por el consumo pero sin sacrificar el crecimiento; buscan detener la especulación en el sector inmobiliario y los activos de renta variable (acciones, materias primas, etcétera) pero sin cortar el crédito a la industria; aspiran a posicionar el liderazgo de su sector financiero pero sin lidiar con la volatilidad financiera que impone el mercado mundial de capitales ¿Será posible que el Gobierno chino cumpla con esa hazaña?
El peligro de la deflación mundial

El desafío no es menor. Las autoridades de Pekín parecen cada vez más preocupadas por el panorama global. Es que la economía mundial apresura el paso hacia la deflación (caída de precios). Ya no se trata solamente de la debilidad de los precios de las materias primas (‘commodities’) y el estancamiento económico con deflación que padecen países como Japón desde la década de 1990.

La crisis deflacionaria se ha consolidado en Grecia y amenaza con propagarse a la mayor parte de las economías de la periferia europea. De acuerdo con los datos publicados por Elstat, la inflación en Grecia cayó 2.2% en términos anuales el mes pasado. De esta manera, la deflación acumula ya 29 meses consecutivos en la nación helena [11].

Luego de que la Troika (integrada por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea) impuso en Atenas un nuevo plan de rescate que promueve las políticas de austeridad, es evidente que la deflación terminará por cobrar un mayor impulso y, con ello, se convertirá en una amenaza letal para Alemania, el cuarto social comercial de China.

En definitiva, Pekín no escatima esfuerzos en ahuyentar las tendencias recesivas que se aproximan poco a poco a su economía, y que dicho sea de paso, toman por sorpresa a cada vez más países: desde Alemania, Francia y el Reino Unido, hasta Canadá, Mexico y los países sudamericanos (Argentina, Brasil, Venezuela, etcétera).
Washington apunta con sus misiles a Pekín

El contexto económico regional tampoco está exento de brotes de deflación [12] . El debilitamiento del yuan no es bien visto por los países vecinos de China [13]. Las monedas de Corea del Sur, Indonesia, Malasia, Singapur y Tailandia tocaron niveles mínimos luego de la devaluación del ‘renminbi’, mientras que en simultáneo, las bolsas de valores cerraron con caídas de entre 0.5 y 1.5%.

Si los bancos centrales de Asia-Pacífico caen en la tentación de emprender una carrera devaluatoria con vistas a «empobrecer al vecino» (‘beggar-thy-neighbour’) [14], las exitosas convocatorias protagonizadas por China para poner en marcha el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (‘Asian Infrastructure Investment Bank’), el Fondo de la Ruta de la Seda (‘Silk Road Fund’) y el Área de Libre Comercio del Pacífico (‘Free Trade Area of the Asia-Pacific’) se verían seriamente amenazadas.

De manera contrapuesta, las empresas estadounidenses no pierden la oportunidad de buscar el apoyo de varios mandatarios asiáticos para ampliar los alcances del Acuerdo de Asociación Transpacífico (‘Trans-Pacific Partnership’) [15]. El Pentágono, por su parte, pretende reactivar la ‘doctrina del pivote’ en contra de China, ahora con el apoyo militar de Japón.

No hay duda de que se trata de un plan con maña de parte de Estados Unidos para socavar la creciente influencia de China en la región de Asia-Pacífico. Ante la ofensiva imperial norteamericana, el Gobierno chino debe permanecer en alerta y sobre todo, tomar en cuenta las lecciones del general Sun Tzu (autor de ‘El arte de la guerra’): lograr la victoria sobre el enemigo sin entrar en combate.

La devaluación del yuan ha puesto de manifiesto que los próximos meses serán decisivos para consolidar el ascenso de China como potencia mundial. Sólo el tiempo terminará por revelar si es posible resolver las contradicciones económicas en el plano interno sin poner en riesgo la cohesión regional. La moneda china está en el aire…

Fuente 




[1] «Un mapa muestra el impacto global de la devaluación del yuan»,Russia Today, 18 de agosto de 2015.

[2] «Incorporar el yuan a los Derechos Especiales de Giro», por Ariel Noyola Rodríguez, Russia Today (Rusia), Red Voltaire , 3 de abril de 2015.

[3] «Get ready for yuan in IMF basket», Mike Bastin, China Daily, August 17, 2015.

[4] «China’s exchange-rate policy: Currency peace», The Economist, February 21, 2015.

[5] «Five reasons to be worried about the Chinese economy», Larry Elliott,The Guardian, August 14, 2015.

[6] «World shipping slump deepens as China retreats», Ambrose Evans-Pritchard, The Telegraph, August 17, 2015.



[9] «Devaluation Hints at China’s Rising Distress Over Economy», Neil Gough, The New York Times, August 12, 2015.



[12] «China’s currency devaluation could spark ’tidal wave of deflation’», Heather Stewart, The Guardian, August 12, 2015.

[13] «Renminbi fallout threatens Asian neighbours», Steve Johnson, The Financial Times, August 14, 2015.

[14] «China’s Renminbi Devaluation May Initiate New Phase in Global Currency War», Peter Eavis, The New York Times, August 13, 2015.

[15] «Currency Devaluation Shows the High Cost of China’s Soft Power», David Francis, Foreign Policy, August 11, 2015.

http://www.voltairenet.org/article188550.html

Parada militar china centra atención de prensa extranjera y nacional


Beijing, 29 ago (PL) La parada militar que prepara China para conmemorar el aniversario 70 de la victoria de la Guerra de Resistencia de este pueblo contra la Agresión Japonesa centra hoy la atención de la prensa nacional y extranjera.

El próximo 3 de septiembre, esta nación realizará un gran desfile para recordar además el fin de la segunda Guerra Mundial.

Según dio a conocer en conferencia de prensa el portavoz del Ministerio de Defensa Nacional Yang Yujun, hasta el momento 49 países extranjeros y 10 organizaciones internacionales confirmaron su participación en la revista.

Explicó que el desfile solo persigue rememorar la historia, recordar a los mártires, apreciar la paz y abrirse al futuro y aclaró que no está dirigido contra ningún país específico, ni contra Japón ni el pueblo japonés.

Adelantó que la formación del ejército ruso será la última entre todas las alineaciones de los ejércitos extranjeros participantes.

De acuerdo con la convención internacional, el orden del estreno se adhiere al nombre en inglés de los países.

No obstante, en consideración del orden del ejército chino en el desfile con motivo del aniversario 70 del fin de la Gran Guerra Patriótica de Rusia celebrado en mayo, decidimos que en la parada de Beijing, el ejército ruso será el último en presentarse, explicó.

Entre diversos temas abordados con periodistas, Yang emitió su optimismo por el "positivo progreso" de los mecanismos de confianza mutua entre Estados Unidos y China tras las rondas de negociaciones.

Recordó que en noviembre pasado, firmaron un Memorándum de Entendimiento sobre el establecimiento de un mecanismo de información y confianza mutuas acerca de importantes operaciones militares, y un código de conducta destinado a encuentros navales y aéreos.

Al respecto aseguró que las dos partes han realizado numerosas rondas de negociaciones sobre estos mecanismos y están satisfechas de registrar progresos positivos en esa esfera.

Yang informó que China, Estados Unidos y Australia realizarán maniobras militares en ese último país.

Los ejercicios Kowari se llevarán a término en Darwin, Australia, hasta el 14 de septiembre. Se trata de las segundas maniobras de defensa entre las tres huestes.

Las unidades chinas y australianas realizarán además adiestramientos de defensa bilaterales, los ejercicios Panda-Canguro en Canberra y Sydney, del 20 al 28 de septiembre, agregó Yang.

Dichas operaciones tienen el objetivo de reforzar el entendimiento y la amistad, profundizar en la cooperación de la defensa y fortalecer las capacidades de acción de los ejércitos, dijo el portavoz.

Asimismo China y Malasia también celebrarán operaciones militares conjuntas desde media

dos hasta finales de septiembre en el Estrecho de Málaca y sus regiones adyacentes, concluyó.

http://www.prensa-latina.cu/

Ejército sirio rechaza ataque del Frente al Nusra contra aeropuerto en Idleb











El Ejército sirio repelió un ataque de la coalición terrorista denominada "Ejército de la Conquista", controlada por el Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaida, contra el Aeropuerto de Abu Duhur, en la provincia de Idleb el jueves y el viernes, señaló la agencia siria SANA.

Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Londres, “un gran número de militantes atacaron el aeropuerto, encabezados por grupos de atacantes suicidas que buscaban penetrar en la instalación desde el lado norte”. Sin embargo, este ataque fue rechazado por los defensores.

Los militares causaron muchas bajas a los atacantes (18, según el OSDH) y destruyeron varios vehículos pertenecientes a los mismos. Según algunas fuentes, los combates continúan.

La Fuerza Aérea siria llevó también a cabo intensos ataques contra las posiciones y concentraciones de los terroristas

Los militares sirios que defienden el aeropuerto utilizaron también artillería y misiles para rechazar los ataques del Frente al Nusra. 

100 terroristas muertos en ataques aéreos en la provincia de Deraa

Por otro lado, fuentes militares han señalado que la aviación siria causó la muerte de al mnos 100 terroristas en ataques llevados a cabo en la provincia sureña de Deraa.

Los ataques aéreos fueron dirigidos en especial contra una concentración de los terroristas en la ciudad de Dael, en el campo de Deraa.

http://www.almanar.com.lb/spanish/

¿Han declarado Rusia e Irán la guerra al petróleo saudí?


Yusuf Fernandez


Rusia e Irán han anunciado casi simultáneamente que incrementarán su producción de petróleo en un millón de barriles diarios, lo cual supone la entrada en el mercado de dos millones de barriles. Esto conducirá inevitablemente a la bajada del precio del petróleo por debajo de los 30 dólares y supondrá un fuerte golpe para la economía de Arabia Saudí, que sufriría unas pérdidas de unos 250.000 millones de dólares y vería incrementar aún más su déficit presupuestario.

Arabia Saudí ha llevado a cabo desde principios de año una política dirigida a hacer caer el precio del petróleo, mediante la saturación del mercado con un exceso de oferta, con el fin de castigar a Rusia a Irán por su apoyo a Siria. Los cálculos saudíes eran que la caída en el precio del petróleo obligaría a ambos países exportadores de crudo, que sufrían ya sanciones económicas occidentales, a variar su política en el tema sirio y otros. Esta estrategia saudí presuponía, sin embargo, que el precio del petróleo no caería por debajo de los 50 o 45 dólares ya que entonces dicha caída se convertiría en un grave problema para el propio reino wahabí.

Rusia e Irán parecen haber aceptado el desafío y doblado la apuesta. Ellos pueden haber decidido utilizar, al igual que ha hecho Arabia Saudí, el arma del petróleo para debilitar a su rival y castigarlo por su apoyo al terrorismo en Oriente Medio y el mundo. De este modo, las medidas saudíes contra ambos países podrían volverse ahora, con un efecto de boomerang, contra la propia Arabia Saudí.

A diferencia de Arabia Saudí, que prácticamente no produce más que petróleo, Irán y Rusia poseen economías diversificadas y, en el caso de Irán, este país cuenta con recibir masivas inversiones extranjeras en todos los campos de su economía, una vez que las sanciones sean levantadas a finales de este año, según establece el recién firmado acuerdo nuclear.

De este modo, Arabia Saudí ha comenzado a recoger los frutos que ha cosechado y será la gran perdedora en este juego, a pesar de tener unas reservas monetarias estimadas en unos 700.000 millones de dólares. De hecho, antes de la prevista bajada del precio del petróleo, el país padecía ya un enorme déficit financiero estimado en más de 170.000 millones de dólares para este año. Una mayor caída en los precios petrolíferos aumentará este déficit y hará más difícil al régimen saudí el comprar la estabilidad política interna a través de sobornos a la población saudí para que no proteste contra la monarquía absolutista y su corrupción.

El descenso de los precios obligará a Arabia Saudí a endeudarse con bancos privados nacionales y extranjeros, a imponer impuestos a los ciudadanos y a eliminar subsidios a productos básicos, como el combustible, que suman un gasto de unos 56.000 millones de dólares al año.

Este pulso podría terminar, pues, con la victoria de la alianza ruso-iraní y producir cambios en la economía mundial y el mercado del petróleo debilitando aún más el control estadounidense sobre ambos, que ha estado siendo ejercido, en el caso del mercado petrolífero, a través de sus títeres saudíes. También llevará a una reducción de la influencia saudí en Oriente Medio y hará más difícil a este país la financiación de grupos terroristas, como Al Qaida y otros, para el logro de sus objetivos políticos.


http://www.almanar.com.lb/spanish/