martes, 26 de julio de 2016

¿Hasta cuándo vamos a aguantar los submarinos nucleares?








Alberto Pérez Mesa* // Haciendo maniobras en las aguas del este del Peñón de Gibraltar colisionó sobre un barco comercial un submarino nuclear con un tanque de combustible chocando contra la súper estructura del puente de mando de dicho sumergible. Este sumergible colisionó sobre el casco del buque petrolero, es decir, sobre su denominado telescopio de reconocimiento del horizonte. Desde la distancia se puede contemplar una gran abolladura en su obra viva, habiendo sufrido una deformación importante. Ha sido remolcado al muelle de Gibraltar.

¿Qué está pasando en la Bahía de Algeciras y sus alrededores con tantas maniobras de submarinos? ¿Es que los dirigentes británicos ignoran que la bahía la rodean varias ciudades que poseen diversas playas, incluidas las costas gibraltareñas? ¿Han pensado qué pasaría si el submarino daña a sus reactores nucleares y a sus misiles almacenados en su interior? Si este sumergible queda en el fondo por el motivo de esta colisión, ¿cuánta radioactividad tendríamos en la zona? Sabiendo que las corrientes y contracorrientes de la zona del Estrecho recorren todos los veriles de costa donde existen miles de familia de veraneo, ¿por qué no se prohíbe el tráfico de sumergibles atómicos durante el verano? ¿Qué pasaría con las especies marinas de las cuales nos alimentamos? ¿Es que se quieren cargar el único sector que va algo bien: el turismo de la Costa del Sol y del Campo de Gibraltar? ¿Dónde está el pueblo de Gibraltar y los alcaldes de la comarca? ¿Cómo es que no han entregado una nota severa de protesta a la máxima autoridad de Gibraltar, denominado Gobernador Militar? ¿Hay que esperar que se nos caiga la carne a pedazos para presentar una queja? ¿Es que los alcaldes del Campo de Gibraltar no han cobrado? ¿Es que no tenemos bastante contaminación y tumores causados por la misma, procedentes de las chimeneas de las industrias y de los 30.000 buques que frecuentan la zona?

Por cierto, en el Tratado de Utrecht (1712-1715) en su concepción por el rey católico, artículo 10, 13 de julio de 1713, firmado por Felipe V, se cedió a la ciudad (que no existía en aquella época como tal) unos barracones que servían de refugio para las tropas que venían con enfermedades contagiosas, el Castillo de Gibraltar como fortaleza contra los invasores (bereberes que aparecían en aquellas épocas por las costas de España), se cedieron los cañones que los ingleses montaban en las alturas del Peñón y Punta Europa y se cedieron túneles para la defensa antiaérea de las tropas.

Se consideraba puerto el veril de la zona este del Peñón, donde existía unos pequeños malecones, no muy grandes, usados para abastecer a las embarcaciones de defensa que operaban en el sur de la Península Ibérica. En esos malecones atracaban las escuadras para el descanso de la flota y pertrechamiento de guerra. Nuestro rey de la época, Felipe V, concedió lo que acabo de explicar, pero el Tratado de Utrecht en ningún caso dice que se dio: los rellenos ganados al mar, los terrenos usurpados del aeropuerto, el espacio aéreo del este y oeste, las aguas colindantes a Gibraltar (aguas exteriores), tan solo un acceso al llamado puerto pequeño del año 1712, no existiendo puerto con aguas usurpadas como el de ahora. Por lo tanto, menos derechos tienen todavía al usar las aguas del este de Gibraltar, de soberanía española, y menos aún para el tráfico comercial.

Y para colmo ahora tenemos que soportar el tránsito de submarinos cargados de reactores nucleares y misiles del submarino H.M.S. Ambush, que colisionó en ejercicio de entrenamiento y que al aparecer se dice que el reactor no fue dañado, según información británica. El submarino estaba sumergido en ejercicio de entrenamiento cuando se ha visto involucrado en una colisión con el comentado súper tanque que estaba fondeado. Se están haciendo investigaciones por parte de los británicos. El submarino pertenece a la clase Astute, pesa 7.400 toneladas, está equipado con misiles de crucero Tomahawks y tiene un coste de 1.199 millones de euros. Según la prensa británica, el submarino ya había estado en Gibraltar en el mes pasado. Se trata de unos de los submarinos nucleares más nuevos de la Royal Navy. También es de los más grandes y más avanzados. Se incorporó en el 2013 a la flota de la base naval de Faslane, en la costa este de Escocia, cerca de Glasgow. Según la Royal Navy, está equipado con sensores líderes en el mundo. Sin embargo, a pesar de los sensores, no pudieron evitar la colisión.

Dirigiéndome directamente al señor Picardo: no se le escucha hablar de este problema como jefe de Gobierno de Gibraltar. ¿Qué tiene usted con esta bomba flotante? ¿No se da cuenta usted que acaba de inaugurar una terminal de grandes cruceros y que en un momento dado puede llevar a bordo de 6.000 a 8.000 turistas (incluidos la dotación) y que esta terminal está situada a 300 metros de un submarino nuclear? ¿Cuándo le va a pedir a Gran Bretaña que prohíba esas grandes escalas tan continuas en Gibraltar, ciudad que recibe cientos de miles de personas al año, turismo de compra y la propia ciudadanía de Gibraltar, que están corriendo un alto peligro? Aunque el submarino nuclear cuenta con “potentes sensores de alta sensibilidad”, nos quedamos todos más tranquilos tras la reciente colisión. Por favor, señor Picardo, hable usted, que lo está esperando la ciudadanía del Campo de Gibraltar (264.290 habitantes), que encima usted reside en esta zona (Sotogrande). Tenga en cuenta que está la Costa del Sol y por tanto esto sería una verdadera catástrofe para nuestras costas. ¡Mójese señor presidente!

La comarca no está para más problemas, ya tenemos suficiente con los que tenemos. Por ello, también hago un llamamiento al alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, para que tome carta en el asunto como presidente de la comisión de Asuntos Exteriores en el grupo popular en el Senado. Necesitamos la unión de los habitantes y alcaldes de la comarca para combatir otra injusticia más que se añade a la larga lista de injusticias realizadas por Gibraltar contra la comarca.

*Alberto Pérez Mesa vive en Algeciras y es estudiante de Marketing e Investigación de Mercados en la Universidad de Sevilla.


http://www.lamarea.com/2016/07/25/cuando-aguantar-los-submarinos-nucleares/

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