jueves, 27 de octubre de 2016

'Kuznetsov', el poderoso (y gafe) portaaviones ruso que ronda la costa española

El portaaviones 'Almirante Kuznetsov', el mayor buque de guerra ruso que tenía previsto atracar en el puerto de Ceuta.
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26/10/2016 - 17:10 H.

Escoltas navales continuas y vigilancia aérea permanente por los ejércitos de la OTAN. Titulares alarmistas, indignados o despreciativos. Temores de un regreso a la guerra fría o de los efectos que pueda tener en Siria. Poco disimulado orgullo por parte de los partidarios de Moscú. Y quejas de muchos analistas occidentales por el hecho de que España haya permitido inicialmente atracar a buques rusos en Ceuta para repostar y reavituallarse. El actual crucero mediterráneo del 'Almirante Kuznetsov', único portaaviones ruso, ha provocado intensas y variadas reacciones entre simpatizantes y oponentes del presidente Putin, pero en realidad muchas tienen poco que ver con las verdaderas capacidades del navío. Se trata de un barco poderoso, viejo, con problemas y mal fario, cuya visita a Siria tiene más que ver con proyectar imagen, vender aviones y analizar sus defectos antes de renovarlo que con contribuir decisivamente en Alepo.


El 'Almirante Kuznetsov' es el buque insignia de la flota rusa, para lo bueno y para lo malo, heredera de la soviética que antaño disputó el control de los mares a la todopoderosa US Navy y que conserva una indudable capacidad ofensiva. El barco tiene muchos años, no pocos defectos técnicos y pésima fama, pero aun así sigue siendo uno de los buques de guerra más potentes fuera del ámbito occidental.

Representa buena parte de los problemas de los astilleros rusos para construir y mantener grandes barcos de guerra, pero es un indudable demostrador tecnológico muy valioso de cara a ofrecer armamento a terceros países. Ha tenido muchos nombres: nació como 'Riga', fue rebautizado 'Leonid Brezhnev', después 'Tiblisi' y desde octubre de 1990 el actual, en honor del almirante que salvó la flota soviética en la Segunda Guerra Mundial desobedeciendo órdenes.

Se trata de un barco de guerra poderoso, pero de dudosa efectividad en el panorama estratégico mundial tal como está hoy

En tamaño (que no en desplazamiento) es similar a los superportaaviones de la armada estadounidense, pero su concepto operativo y estratégico es diferente y su ala embarcada mucho más pequeña, menos potente y orientada a la superioridad aérea y la lucha antisubmarina y no al ataque a tierra. Debido a todo ello se trata de un barco de guerra poderoso, pero de dudosa efectividad en el panorama estratégico mundial tal como está hoy.

A pesar de ello y de que no es ni mucho menos la primera vez que visita el Mediterráneo Oriental, su actual misión ha causado irritación y un gran despliegue informativo en los países de la OTAN. En su periplo ha partido de su base cerca de Mursmank, en el ártico, ha rodeado Noruega y se ha internado en el Canal de la Mancha para cruzar frente a las costas francesas y después españolas y portuguesas para embocar el Estrecho de Gibraltar, siempre en aguas internacionales donde tiene todo el derecho de tránsito pacífico. Escoltado por dos fragatas antisubmarinas, el crucero pesado Pedro el Grande y un remolcador de altura (además de, probablemente, uno o varios submarinos) la pequeña flota tenía previsto repostar y reavituallarse en Ceuta, puerto no incluido bajo el paraguas OTAN, para después dirigirse a la base naval siria de Tartus. Pero ya no ocurrirá
El portaaviones 'Kuznetsov', con cazas rusos a bordo.

Doce cazas Su-33 y 24 helicópteros a bordo

Se desconoce cuál es el propósito de su presencia en Siria si es que ese es su destino final. Aunque algunos analistas se preocupan por su posible aportación a la ofensiva del gobierno sirio en Alepo, lo cierto es que su capacidad para ello es hoy muy limitada. Pero para mostrar la bandera, publicitar sus nuevos cazas MiG-29K y helicópteros Ka-52K y sacar a la luz todos sus defectos de cara a una renovación que comenzará el próximo año el paseo estará justificado. Por no citar lo mucho que ha dado que hablar.

La categoría oficial del 'Almirante Kuznetsov' es ‘crucero portaaviones pesado’, lo que denota el diferente papel estratégico y táctico para el que se diseñó en los años 80 en relación a sus homólogos estadounidenses. Los portaaviones soviéticos no se pensaron para proyectar capacidad de ataque sino para crear ‘bastiones’: áreas de océano seguras para la patrulla de submarinos nucleares armados con misiles balísticos (SSBN). Como tales su misión era actuar como centro de fuerzas antisubmarinas y contrabuque para asegurar que nada amenazara a los SSBN. De modo que a diferencia de sus contrapartes de otros países los portaaviones soviéticos están fuertemente armados con potentes misiles antibuque (los supersónicos P-700 Granit en el caso del 'Kuznetsov') y sistemas antiaéreos, mientras que sus alas embarcadas se pensaron sobre todo para la superioridad aérea y la lucha antisubmarina.

El ala embarcada teórica es de 12 cazas Su-33, cinco aviones de entrenamiento Su-25 UTG/UBP y 24 helicópteros antisubmarinos y utilitarios Ka-27 Helix

Se trata de un gran barco: su cubierta de vuelo tiene 305 metros de eslora, apenas 33 metros menos que un clase Nimitz, y 72 metros de anchura frente a los 77 de máximo en los superportaaviones estadounidenses. Cuenta con dos ascensores para aeronaves; la pista de despegue tiene una rampa de lanzamiento de 12 grados que facilita los despegues, pero carece de catapultas; algo que, como veremos, limita mucho su capacidad de combate.

La pista de aterrizaje está desviada y tiene cuatro cables de apontaje; la cubierta tiene tres puntos de despegue y 11 de aterrizaje para recibir helicópteros pesados, además de 19 anclajes para aparatos en cubierta. El ala embarcada teórica es de 12 cazas Su-33, cinco aviones de entrenamiento Su-25 UTG/UBP y 24 helicópteros antisubmarinos y utilitarios Ka-27 Helix. Desplaza más de 60.000 toneladas a plena carga, es capaz de alcanzar 32 nudos de velocidad y lleva una tripulación de casi 2.000 marinos. Su propulsión es convencional; tiene calderas de fueloil para alimentar turbinas de vapor que le dan una potencia de más de 200.000 CV en cuatro ejes. Además de los aviones dispone de defensas antiaéreas (hasta 192 misiles de corto alcance) y seis sistemas de defensa de punto de 30 mm.
Foto de archivo de buques británicos escoltando al portaaviones ruso 'Kuznetsov'. (EFE)

Aparte de los misiles Granit, su principal capacidad ofensiva son sus aviones Su-33. Se trata de cazas pesados, más grandes aún que los F-14 Tomcat retirados ya por la marina estadounidense, y están diseñados sobre todo como interceptores y para disparar misiles antibuque. Derivan del excelente Su-27 Flanker por lo que son rápidos y maniobreros, temibles en combate próximo; cuentan con un alcance de 3.000 km, aunque la falta de catapultas y la necesidad de usar la rampa limita el peso al despegue y con ella el armamento y el combustible e impone el uso de ‘buddy-packs’. Para defensa antisubmarina cuenta con los Ka-27 especializados capaces de lanzar sonoboyas, con sonar sumergible y radar de barrido lateral. El portaaviones tiene radares AESA para controlar el espacio aéreo y dispone de tubos lanzatorpedos propios. La gran torre de control está dividida en dos partes, una para los aviones y otra para los helicópteros.

La historia del 'Almirante Kuznetsov' es complicada, como la de su país. Construido en los astilleros ucranianos de Nikolayev fue botado en 1985 y en noviembre de 1989 comenzó sus pruebas de mar. Pero entre 1990 y 1991 la Unión Soviética colapsó y el barco pasó a estar en un nuevo país independiente que heredó parte de la flota y el ejército de la URSS. En diciembre de 1991, sin aviones y con menos de la mitad de la tripulación a bordo el 'Kuznetsov' se hizo a la mar para evitar que acabase en manos ucranianas, dirigiéndose en una complicada travesía a la Flota del Norte rusa; los marinos restantes tuvieron que alcanzar la nueva base en tren. Su gemelo 'Varyag' se quedó en Nikolayev a medio terminar; los ucranianos acabaron vendiéndoselo a China, que lo reconstruyó, modificó y completó como su primer portaaviones: el Liaoning.

En 2010 se anunció una extensión de su vida útil que comenzará en 2017, para extender su periodo de servicio otros 25 años

A principios de los noventa, el portaaviones ruso fue equipado con su ala embarcada por primera vez y poco después hizo su primer crucero al Mediterráneo visitando la base naval de Tartus en Siria; el despliegue dejó al descubierto defectos, por lo que en 1997 volvió al dique seco para ser reparado. A finales de 1998, entró en servicio en la Flota Norte con su dotación aérea completa. En 2000, se preparaba para otro despliegue en el Mediterráneo cuando ocurrió la tragedia del submarino Kursk; el crucero se suspendió y el barco volvió a su base.

En 2005, incorporó una nueva versión del Su-33 que reveló nuevos defectos, por los que volvió al astillero en 2006. A partir de 2009, se reintegró al servicio y en 2010 se anunció una extensión de vida útil que en principio comenzará en 2017, para extender su periodo de servicio otros 25 años. Durante algunas de las reparaciones de esta época parece que se retiraron los misiles Granit, aunque los tubos de lanzamiento siguen instalados. En los últimos despliegues al Mediterráneo el barco ha navegado siempre acompañado de un remolcador de altura como parte de su escolta. ¿Por qué?
Un portaaviones con muchos problemas

El 'Almirante Kuznetsov' tiene muchos y profundos problemas, hasta tal punto que en alguno de sus despliegues las marinas de la OTAN estaban preocupadas por la posibilidad de que se hundiera de forma accidental. Desde el principio la planta propulsora del barco ha dado muchos problemas, con fallos en las calderas que a veces lo han dejado inutilizado; de ahí la compañía de un remolcador. La columna de humo negro que expulsa en su actual despliegue mediterráneo es otro síntoma de la mala salud de sus máquinas. A ello se une la falta de catapultas, que limita la capacidad ofensiva, y la antigüedad de los Su-33 embarcados, que carecen de sistemas electrónicos modernos, lo que les impide funcionar de modo efectivo como aviones de ataque. Las condiciones internas y de habitabilidad son muy deficientes.

El portaaviones ruso es un barco con fama de gafe que ha sufrido numerosos accidentes y que se considera como un destino de castigo en la marina rusa. Debido a problemas de máquinas carece de calefacción, por lo que en el ártico es gélido; a la vez una buena parte de sus ventiladores interiores no funcionan, por lo que en el Mediterráneo resulta caluroso y húmedo para los tripulantes. Sin calefacción las tuberías internas se hielan por lo que gran parte del barco no tiene agua corriente. Según algunas fuentes, la mitad de sus 50 letrinas están fuera de servicio y muchos camarotes están cerrados. Se dice que el olor interior es casi insoportable.
Un caza Su-33 como los que van a bordo del portaaviones 'Kuznetsov'.

Las averías e incidentes son habituales y muchos tripulantes no están bien entrenados. En 2005, un Su-33 cayó de la cubierta en unas maniobras en el Atlántico; en enero de 2009 un cortocircuito provocó un incendio frente a las costas de Turquía que mató a un marinero y varias veces el buque ha tenido que ser remolcado. El ala embarcada dispone de pocos pilotos entrenados y no pasa mucho tiempo a bordo.

Para convertirlo en un buque capital moderno y útil habría que reemplazar la planta propulsora, aligerar la superestructura eliminando los restos de sus tubos lanzamisiles pesados, modernizar extensivamente la electrónica y entrenar suficientes pilotos y mecánicos para que el barco pudiese desplegarse con su dotación teórica de aviación naval. Idealmente debería recibir una planta nuclear de propulsión y quizá catapultas, aunque semejantes mejoras no sólo serían muy caras, sino complejas para los astilleros rusos: no hay que olvidar que el buque se construyó en Ucrania, y la disuasoria saga del Vikramaditya indio (ex-'Almirante Gorshov') y su reforma en Rusia.
¿Qué hace el 'Kuznetsov' camino a Siria?

Dados los problemas, ¿cuál es el sentido de enviar el 'Almirante Kuznetsov' a Siria? Sus motores parecen estar cerca del último suspiro, lleva a bordo un ala embarcada reducida parte de la cual (una docena de Su-33s) tiene muy limitadas capacidades de ataque a tierra y los pilotos navales rusos carecen de experiencia: nunca han atacado blancos reales. Si la fuerza expedicionaria rusa necesitara mayor poder aéreo que el que ya tiene allí para respaldar la ofensiva del gobierno sirio sobre Alepo oriental hubiese sido mucho más rápido y efectivo llevar más aeronaves por aire o transporte naval, como han hecho hasta ahora. El portaaviones ni siquiera puede atracar en Tartus debido a su calado.

El despliegue revelará cualquier defecto oculto justo antes de su planeada retirada. Además, está el factor escaparate de la industria militar rusa

Pero, aparte de poner de los nervios a los países de la OTAN, algo que el Gobierno ruso claramente disfruta haciendo, el crucero tiene cierto sentido. El despliegue revelará cualquier defecto oculto justo antes de la planeada retirada al astillero para mejoras. Además, está el factor escaparate de la industria militar rusa: el navío lleva a bordo una nueva ala embarcada con cuatro cazas medios Mig-29K, versión navalizada del MiG-29 desarrollada a petición de la India para equipar sus portaaviones y que la marina rusa desea comprar.

Más ligero y con electrónica mucho más moderna que los Su-33, los MiG-29K tienen una capacidad de ataque al suelo que refuerza la utilidad del grupo de combate. Además también transporta unos cuantos helicópteros de ataque Ka-52K, versión navalizada del Ka-52 Alligator que se desarrolló para equipar los portahelicópteros de asalto clase Mistral que Rusia compró a Francia (y que acabaron en la marina egipcia). En combinación con los Mig-29K y los helicópteros de asalto Ka-27 estas aeronaves le dan al buque capacidad para proyectar de fuerza y de proteger de desembarcos anfibios que puede resultar muy útil. A pesar de sus numerosos problemas y pobre historial sería una mala idea despreciar al 'Almirante Kuznetsov', que aún puede convertirse en una unidad naval potente y eficaz.

http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2016-10-26/kuznetsov-portaaviones-tecnologia-militar-rusia-ceuta-espana_1280526/

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