lunes, 26 de diciembre de 2016

Con una exitosa prueba de un misil, el Kremlin vuelve a inquietar a la OTAN


Resultado de imagen de misil antisatélite (ASAR) ruso


Luisa CorradiniLA NACION
LUNES 26 DE DICIEMBRE DE 2016



PARÍS.- En lo que parece ser la prueba del doble lenguaje de Vladimir Putin , Rusia probó "exitosamente" un misil antisatélite (ASAR) capaz de neutralizar proyectiles balísticos norteamericanos y destruir satélites de comunicaciones e inteligencia.

Esa prueba creó una profunda inquietud entre los estrategas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Los especialistas que monitorearon ese ensayo desde la sede del organismo en Bruselas están convencidos de que Putin juega un "doble juego" con los países occidentales.


"Por un lado reclama una política de cooperación con Estados Unidos y Europa y, al mismo tiempo, anuncia un refuerzo del arsenal nuclear estratégico y experimenta un satellite killer [asesino de satélites] que pone en peligro todo el dispositivo espacial norteamericano y abre un nuevo terreno de confrontación entre las grandes potencias", interpretó el ex general Vincent Desportes, autor de La guerra probable.


La experiencia rusa, realizada el 16 de diciembre, escapó a la atención de la prensa y recién fue revelada cinco días después por el Washington Free Beacon, un sitio que suele tener excelente información sobre temas de seguridad. El Kremlin admitió indirectamente ese test al decir que no se trata de un arma antisatélite, sino de un artefacto defensivo, "destinado a abatir misiles balísticos enviados para atacar a Rusia", lo que -en la práctica- significa lo mismo.


"Puede ser ambas cosas", estimó el ruso Pavel Podvig, experto independiente en armas estratégicas. "El mismo material de base puede servir para los dos tipos de misiones", precisó. Otro especialista fue más concreto: "La única diferencia entre un interceptor y un arma ASAT está en la configuración del programa", explicó Jeffrey Lewis, que trabaja en los programas de no proliferación del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury.

No es la primera vez que Rusia realiza pruebas con sistemas de misiles antisatélites y tampoco es el único sistema en experimentación. Gracias a los recursos casi ilimitados que acordó Putin al presupuesto de defensa en los últimos años, las fuerzas armadas también desarrollaron misiles antibalísticos S-500 y modernos sistemas de defensa antiaérea. Rusia también estudia la forma de fabricar sistemas láser para "matar satélites enemigos".


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