lunes, 16 de enero de 2017

Así defienden los misiles españoles el cielo de la frontera turca

Miembros del contingente en la base de Incirlik, durante labores de mantenimiento de la lanzadera (Dani Duch)
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ENRIQUE FIGUEREDO, Adana (Turquía)
15/01/2017 01:58 | Actualizado a 15/01/2017 12:28Lea la versión en catalán


El sur de Turquía cuenta con un escudo antimisiles balísticosprovisional para protegerse de los posibles ataques procedentes de la vecina Siria, sumida en una cruenta guerra civil. Pero esa barrera antimisiles no es turca. Es multinacional. Turquía no tiene todavía esas capacidades defensivas. Por eso la OTAN, a petición del Gobierno de Ankara, le presta esa ayuda y es por eso mismo por lo que en ese punto del mapa tan alejado de España hay destacada una batería de misiles Patriot con personal del Ejército de Tierra. Es la primera misión de artillería española en el extranjero. Están allí para dar protección a Adana, la capital de esa zona y la quinta urbe turca en importancia por número de habitantes.

Muy cerca de Adana, al otro lado de la frontera, está Alepo, la ciudad siria que ha sido durante años escenario de duros combates, pero especialmente encarnizados en los últimos meses como consecuencia de la contundente ofensiva del ejército de Bashar el Asad. Con ayuda de fuerzas rusas, los leales al rais han recuperado aparentemente el control de la que antes de la guerra era la capital industrial y económica de Siria.

En el 2013, cuando la actividad bélica en Siria era ya muy intensa, el Gobierno de Ankara temió que se produjeran acciones ofensivas sobre su territorio para implicar a Turquía en el conflicto. Los más rápidos cálculos de inteligencia apuntaban a que el modo más probable de provocar esa situación podía ser lanzar un misil balístico a 300 kilómetros de distancia. Alepo está a 200 de Adana. Un proyectil de estas características aporta ventajas para el agresor porque es un ataque directo en el que no se arriesga personal ni material extraordinariamente caro como pueda ser un avión de combate.
La amenaza principal: cuatro tipos de misiles balísticos (Raúl Camañas)

Ante esas previsiones, Turquía temió por su integridad territorial y recurrió a sus aliados de la OTAN. Inicialmente, acudieron en su ayuda Alemania, Holanda y Estados Unidos, que desplegaron baterías de misiles antimisiles Patriot en diversos puntos del sur turco cerca de la frontera con Siria. Transcurrido un año y medio de misión bajo el mandato de la Alianza Atlántica, Holanda informó a sus socios de que no estaba en disposición de permanecer allí más allá de enero del 2015.

El Gobierno español vio una oportunidad para incorporarse a ese escenario después de que la OTAN preguntara a sus miembros quién podía relevar al contingente holandés. Tras completar la adquisición de una serie de elementos técnicos y de conseguir la certificación de los estándares que exige la Alianza y tras una serie de pruebas con tiro real realizadas en Huelva, el mando central atlántico dio el visto bueno tras la aprobación del Consejo de Ministros. El contingente artillero partió a Turquía.

La batería española se encuentra actualmente asentada dentro de los terrenos de la base aérea de Incirlik, administrada por Estados Unidos y de uso compartido con Turquía. La instalación militar se encuentra a menos de diez kilómetros de la ciudad de Adana.
El sistema antimisiles Patriot (Raúl Camañas)

Penetrar en la base es un proceso lento. Los funcionarios turcos estudian con gran celo la documentación de quienes pretenden acceder a ella, especialmente después del intento del golpe de Estado habido en Turquía el pasado mes de julio. Además, desde Incirlik despegan los aviones de la coalición internacional que bombardean posiciones del Estado Islámico. Gigantescas moles metálicas, en cuyas bodegas se carga un arsenal, y a las que está terminantemente prohibido fotografiar, reposan sobre el perfecto asfalto de las pistas de despegue de la base, que cuenta con su propio campo de golf.

El contingente español, de 150 militares, se asienta sobre un terreno árido y algo polvoriento desde el que a simple vista se ven edificios de los arrabales de Adana. Las lanzadoras Patriot desplegadas miran todas hacia el sur, mientras que los remolques de vigilancia y control, más agrupados, funcionan a pleno rendimiento bajo una gigantesca red mimética que, además de disimular su presencia desde el aire, aporta una deseable y refrigerante sombra. El área de mantenimiento se encuentra en un emplazamiento más cercano a las oficinas, sometidas a un estricto nivel de seguridad que fija la OTAN. Todos los dispositivos electrónicos ajenos a las instalaciones deben dejarse en una consigna. “Servimos en un régimen 24/7, como decimos los militares. Esto es 24 horas al día ininterrumpidamente. El desgaste de personal y de material es muy alto. La misión tiene un componente de mantenimiento muy importante”, explica el comandante Rafael Collantes, segundo jefe del contingente Patriot español en Incirlik.
La protección aérea de la frontera de Turquía (Raúl Camañas)

Cuando las visitas aparecen por las instalaciones de acceso reservado, los oficiales retiran de los mapas que penden de la pared las fichas imantadas que marcan sobre un mapa magnético los lugares donde ha habido impactos de misiles balísticos recientemente. “La toma de Alepo ha provocado un pico de lanzamientos. Mientras que en el 2015 monitorizamos 53 de ellos, este 2016 han sido 140, con un pico muy fuerte el pasado noviembre”, explica el comandante Collantes. Algunos de esos misiles, procedentes del ejército de Assad o de unidades rusas, han caído tan cerca de la frontera que la posibilidad de interceptarlos llegó a estar cerca –la decisión se ha de tomar en menos de dos minutos–.

España ha ampliado seis meses más la misión. El contingente español permanecerá en suelo turco hasta el próximo mes de julio. El final de la campaña en Alepo hace que las amenazas a Turquía decrezcan y ahí puede radicar la decisión. Mientras tanto, el comandante Collantes hace una valoración provisional: “Hemos demostrado a la OTAN que somos un socio fiable al ser capaces de aportar tecnología. Fortalecemos nuestro papel dentro de la Alianza y, por otro lado, en el terreno puramente nacional, estamos consiguiendo desde que estamos en Turquía impulsar la capacidad antimisil”.

http://www.lavanguardia.com/internacional/20170115/413375929404/espana-misiles-patriot-frontera-turquia-ataque-siria-escudo.html

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